No es fácil despedirse de una mujer como nuestra Carmen Berenguer. Hoy nos quedamos sin su voz, sin ese « torbellino, de libertades, de enormes lealtades, de amores como tempestades, de pasiones en volcanes, una poeta del alma de entraña, de corazón galopante, de letras punzantes, que marcan, que elevan, que dejan una huella… una mujer ética, noble, madre de poetas, río del que corre la palabra a destajo… a sangre y fuego…» como la describió Atena Rodo en su saludo de cumpleaños el 2020.

Decir que lo dijo todo, no dice nada. Decir que fue luchadora, vencedora a ratos, perdedora en tiempos de pérdidas, creo que es algo. Carmen Berenguer, ser humano completo y único, sin copia ni copia feliz. Escribió, dibujó con palabras. Miró la bandera en esos tiempos y lloró.

A media asta

El ojo vigila y comparte el conjuro de las seminales trompas esculpidas en la frontera:

La difama

Contra el diáfano suspiro el monte la monta montándola la flamea:

A media asta percal

 Hoy la poesía está de duelo, hoy, Carmen, te quedas con nosotros en tus letras y en el sentir de todas, las que intentábamos ser una.

Mala piel

Piel que pora no podría ser otra piel de durazno negro; pigmento oscuro no otro, más que oscuro, no otro. Crin sufroso el sayo que lo cubre y tizna, si aquél blanco horadara negro piel, o la negrura espesa el corazón tensara rojo piel blanca y por blanca virgínea, verrugosa la oruga sedara el silencio de aquél vellocino. Pigmento de sedas avienta la oruga. Su brillo opacara así, empolvando las estrías que trepana la cintura hacia lo velloso; lamé cerrara y abriera hondo. Pígmea su lamé bellosida plateara la sien; guante sintético de la mano que el guante esconde, vacilante al tacto.

No esperábamos la noticia, no tan pronto, no, nunca y las palabras surgen de nosotras para decir «hasta siempre». La poesía no te desconocerá nunca y nosotras tampoco. Pía González Suau nos representa con su voz que dibuja una vez más tu retrato.

Despedida a Carmen

Miro su cara, su pelo de leona y la tristeza me embarga.
Cómo no llorar la partida de nuestra gran poeta, no reconocida en su propia tierra, con un premio esquivo, como tantas que han partido.
Siento vergüenza, una vez más la voz de una notable, una activista de la poesía fue ignorada. Vergüenza porque, ella, más que nadie sabía que ser mujer en las letras, era una batalla constante, que dio hasta el final, desde su ventana en Plaza Dignidad, defendiendo con su palabra su país que se cortaba en pedazos.
Te queremos Carmen, la grande, la maestra, la feminista, la solidaria, la que nunca dejó de soñar en cambios, en nuevas alegrías.
Sus letras ahora vuelan sobre Santiago, sobre todas nosotras, hombres y mujeres que te honramos. Pía González Suau

Carmen Berenguer (1946-2014)

Carmen Berenguer irrumpió en la escena literaria durante los años oscuros de la dictadura militar en Chile, utilizando su poesía como un medio de resistencia y denuncia. Sus primeras publicaciones, entre las que destaca «Bobby Sands desfallece en el muro» (1983), fueron una respuesta directa a la represión y las injusticias de la época.A través de sus versos, Berenguer abordó temas como la marginalidad, la violencia de género y la opresión política, convirtiéndose en una voz crucial para los movimientos feministas y de derechos humanos en Chile y América Latina. La obra de Berenguer no solo se limita a la poesía. Fue una destacada cronista y ensayista, cuyas reflexiones abarcaron desde la crítica literaria hasta la sociología y la teoría política. En textos como «Naciste pintada» (1999) y «Maravillas pulgares» (2002), Berenguer exploró la construcción de la identidad femenina y las luchas sociales, siempre con una perspectiva innovadora y desafiante.Su estilo poético, a menudo descrito como rupturista y experimental, rompió con las convenciones literarias tradicionales, incorporando elementos del habla popular y la cultura urbana. Esta característica la hizo accesible a una amplia audiencia y le permitió conectar con diversas generaciones de lectores y escritoras que encontraron en su obra un espejo de sus propias luchas y aspiraciones.La influencia de Carmen Berenguer trasciende el ámbito literario. Fue una figura activa en la vida cultural y política de Chile, participando en múltiples iniciativas para promover los derechos de las mujeres y la justicia social.Su compromiso la llevó a ser una voz ineludible en los debates sobre la memoria histórica y la reconciliación en un país marcado por las heridas de la dictadura.A lo largo de su carrera, Berenguer recibió numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2008, que consolidó su posición como una de las grandes poetas de habla hispana. Su muerte representa una pérdida irreparable para la cultura chilena y latinoamericana, pero su legado perdurará a través de sus palabras, que seguirán inspirando a futuras generaciones.El legado de Carmen Berenguer es un testimonio del poder transformador de la poesía. Su obra desafía y provoca, invita a la reflexión y a la acción. En un mundo que aún lucha por la equidad y la justicia, la voz de Berenguer resuena con fuerza, recordándonos la importancia de no callar ante las injusticias y de utilizar el arte como un medio para la resistencia y la esperanza. (El Periodista)

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